sábado, 11 de febrero de 2012

Chan Hwee Chong

 Llega hoy al Imperio de lo Efímero un versátil artista capaz de hacernos retorcer y girar sobre nuestro eje en forma reiterada previo a revelar su genio, tras haber calibrado y programado absolutamente cada movimiento de su mano antes de embarcarse en la consecución de una de sus múltiples creaciones, en este caso un dibujo manual, dote que particularmente más reconocimiento le ha otorgado. Se trata de Chan Hwee Chong.  Claramente no es el niño que aquí se nos presenta divertidamente obediente, sin embargo es la cara que el creativo enseña al mundo.  Chan se da a conocer por su talento  al utilizar las espirales para reproducir obras de arte emblemáticas, valiéndose únicamente de un bolígrafo de una compañía reconocida que oficiara de mecenas para liberar el arte de Chong. Aquí va una muestra de lo que nuestro amigo oriental puede lograr.

 
 
Sin embargo, su elocuencia conceptual no se limita únicamente a una habilidad singular cómo el dibujo, sino que también explora más allá explotando las fronteras de la fotografía, filmación y escenificación en el mundo real, permitiéndose a su paso reflexionar con detención acerca del mundo a través de historias  tan sencillas y simpáticas como originales. Es así que es se encuentra preparado para atravesar una fase de metamorfosis para convertirse en un nómade acaparazonado o tornarse capaz de abrir puertas dónde no las hay como señal de esperanza.  

 

Saludamos entonces la manifestación artística de Chan Hwee, en sus múltiples facetas, y auguramos que brote aún de forma efervescente el manantial de ideas que originan los actos que acabamos de exponer. Si la genialidad de Chong despertó tu curiosidad, te invito a que lo explores más a fondo que gratas sorpresas te aguardan… ¡Ve! ¡Abre la puerta y corre hacia la luz!


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