La siguiente exposición habrá de plantear una denuncia “relativamente” pendiente en el mundo de la música. Si es verdad. No soy el primero en darse cuenta de esto, pero aún así tengo ganas de aportar mi granito de arena para generar conciencia. Lo que voy a contarles, no es una peripecia demasiado brillante de mi mente el haber llegado a la presente conclusión y acusación que nos reúne hoy aquí. Todo surge a partir de la interpretación de la letra de una canción. Se trata nada más ni nada menos que del veraniego hit reggae de 1992 compuesto por la legendaria banda jamaiquina “Inner Circle” y su popular “Sweat (A la la la la Long)”. El muchacho que tenemos sentado frente a nosotros, o en esta imagen rodeado de esbeltas bailarinas fuera de moda y tiempo se llama Calton Coffie, y personifica todo lo que una mujer, niño, niña, abuelo, tía, primo, vaca, oveja, o compañero de celda en un centro de reclusión no quisiera toparse jamás. ¿De qué hablamos? De un negro alzado con un calibre 45 entre las piernas. Ah si… Dije negro… ¿Quién va a venir a darme fechas de suspensión?
El ejercicio consiste en detenerse a escuchar, leer, analizar e interpretar lo que los hermanos Roger e Ian Lewis quisieron decirnos cuando se sentaron a escribir este temita. Se ve que no la ponían hacía rato y la urgencia empezaba a aparecer, pero en fin… Pasemos a los bifes.
“I've been watching you, A lalalala long…”
Las primeras palabras ya generan cierta perturbación. Algo parecido a te estoy fichando. ¿Si? ¿Desde cuándo? Desde a la la la la long, ¡es decir de hace rato nena! Pero sigue lo que verdaderamente es la canción, añadiendo agravantes al caso.
“Standing Across the Room, I saw you smile, Said I want to talk to you, For a Little While”
El primer verso entero, es simplemente un encare inocente hacia la doncella anhelada.
“But before I make my move, my tongue gets tied, and that’s no lie”
Asombra como enseguida empieza a mostrar la hilacha… Asoma bajo el gamulán el sociópata inadaptado que por carencia de contacto femenino e intimidad se convierte en un psico-depredador sexual enardecido y lujurioso como equipo femenino sueco de lucha greco-romana. Lo dice abiertamente, no sabe como acercarse y procurar el contacto con el objeto de su deseo. Sí, mal yo hablando de una mujer como objeto, pero es funcional a la elaboración del argumento y probablemente la valoración que el acosador Coffie hace del sexo femenino.
“I’m looking in your eyes , Looking in your big brown eyes, And I’ve got this to say to you, Hey!”
Las palabras fluyen manifestando las intenciones intrínsecas… Esto únicamente tiene dos interpretaciones, ambas negativas. La primera es que están en un lugar lleno de gente; este sátiro cantante se encuentra observando detenidamente a su ingenua princesa no apartando jamás su mirada. No sé ustedes, pero esta situación haría correr hasta a una ninfa desenfrenada por el miedo e incomodidad de sentirse desnudada con la mirada por un moreno de 2 metros con la lengua afuera y las comisuras bucales llenas de baba. La versión alternativa es aún más pesimista. La chica ya se encuentra arrinconada por el cazador sexual. Este le susurra lentamente a los ojos que la está mirando encontrándose a una distancia no mayor a 40 centímetros. La sostiene con la mano izquierda tensamente por el cuello contra una pared mientras procura sacar de sus pantalones con la mano derecha, esa boa constrictor que mantiene en cautiverio. Todo para rematar de la siguiente forma…
“Girl I want to make you Sweat, Sweat till you can sweat no more, And if you cry out, I’m gonna push it , push it some more”
Pebeta, tus peores pesadillas se acaban de materializar… Este urso te quiere “ponel a gozal” como Machito Ponce, te va a dar una clase de aeróbics anal que no resistiría la actriz porno que más haya transitado el camino de barro. Pero siguiendo este jueguito, “Tristeza Nao Tem Fim”. En el momento en que rompas en llanto, por morbo, placer y satisfacción este desquiciado se propone empujarla… “Un poquito, un poquito más” así declara… Hermoso panorama, sobre todo porque redondea aclarando que la mano viene larga y dura como la vida. Se viene una:
“A lalalala long, A lalalala long long lee long long long,come on”
(Ubíquese rápidamente en un juzgado repleto de personas. Bancos de madera como en la iglesia, un estrado que realza la figura de la justicia encarnada paradójicamente en un ser humano. Un doctor en leyes lujosamente arreglado caminando de un lado para otro, dirigiéndose hacia el jurado que se encuentra sumido en el hechizo de las palabras que emanan las cuerdas vocales del letrado. El jurista cautiva a los presentes arrastrándolos como agua para su molino).
Fiscal: Si, si… Así es… Este individuo le quiere empujar a mi cliente hasta el fondo un termo de seis litros mientras mira esos tiernos ojos castaños. Ni quiero figurarme cómo puede llegar a verse eso en la realidad… Es trágico… Su Señoría; (pausa para girar y dirigir su mirada en dirección perpendicular al estrado) Estimados Miembros de este respetable jurado… En base a la exposición reciente, solicito 30 años de reclusión para el acusado.
Calton Coffie: ¡Cómo! Es imposible, solo canté una canción que los hermanos fuma cuete estos escribieron, me pagaron un sueldo por eso además, ni siquiera cobré derechos por la canción… Me cagaron por todos lados… ¿Encima me quieren meter en cana? ¿Qué es esto?
Abogado Defensor: (Poniéndose en pie intempestivamente) ¡Objeción su Señoría! ¡Son puras especulaciones! ¡Ni siquiera entendemos el por qué estamos aquí!
Juez: ¡A lugar! Que no es lo mismo que alquilar en portugués, quiero decir siéntese y cálmese que el honorable Doctor Torcido está exponiendo cuidadosamente un argumento fundamental para el desenlace del presente litigio. Le ruego que respete a quién encarna y defiende los intereses de la ciudadanía. Por favor, tome asiento Dr. Pópulo Indefensus.
Dr. Pópulo Indefensus: Esto es un atropello… (Susurra mientras se sienta nuevamente en su lugar ante la reprobación visual de todos los presentes, especialmente los postrados en el jurado).
Juez: Prosiga Doctor Torcido.
Fiscal Torcido: Como decía, no tenemos pruebas fehacientes de que haya hecho nada en realidad. Pero por su condición libidinosa y pervertida, lo más sensato sería encerrarlo por un buen período de tiempo para evitar posibles violaciones y acosos. Algo parecido a lo que hizo Estados Unidos con los ataques y guerras preventivas en medio oriente, contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva. Tengo fe ciega en el sistema y en la justicia, que harán valer y respetar los valores cívicos que sostienen en pie y pujante a esta grandiosa sociedad occidental. Concluyo así mi caso.
Juez: Muchas gracias doctor. El jurado y los lectores pueden retirarse a deliberar que es lo que corresponde hacer para que haya justicia en este mundo. Nos encontramos cuando hayan llegado a una resolución pensada. Mientras tanto retuérzanse con la obscura melodía entonada por el culpable, digo acusado…
muy buena! son bestiales los movimientos del morolo en el video!!
ResponderEliminarjajajaja es el 2013, en el viejo y lejano 1992 yo no tenía ni idea de que rayos cacaraqueaban los amigos de -Inner Circle- (que ardan en el infierno Jamaiquino)
ResponderEliminarMe a gustado pues hoy por fín investigué la letra después de 20 años y me pareció como si nadie más en el mundo entero hubiese notado que hablaba sobre un negro espantozo y gigante dándole candela por la parte posterior a una pobre flaca mulata.
Ojalá hubieras profundizado un poco más en la letra y no tanto en el episodio de la tremenda corte.
Muy bien
Escuché por accidente la canción y fue justamente la parte de "push it, push it some more" que me inquietó. Vaya lástima de ritmo que hemos estado celebrando sin pensar.
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