Juez:Pasemos al siguiente caso…
A ver… Por aquí lo tengo…
Se llama a comparecer ante el estrado a la
señorita Blanca Usaperdida y al señor Al Tokorruptus, fiscal y defensor
de oficio respectivamente, en representación el primero de la sociedad civil en
el caso de la demanda colectiva iniciada
contra el señor Paul McCartney, el segundo como defensor del distinguido
acusado. Se presentan los cargos de incitación al abuso de los derechos del
trabajador y el atentado contra el respeto de la vida.
Fiscal por favor proceda a exponer su caso en contra
del honorabilísimo Sir Paul McCartney.
Blanca
Usaperdida: Bueno, remitiéndonos a las pruebas del
anterior caso en el que el acusado fuera
condenado por presuntos delitos potenciales de violación, aquí se nos presenta
una causa similar. El señor Paul McCartney, músico de larga data confabula
junto a la clase capitalista para adherir pegajosas melodías en las cabezas de
las personas conteniendo estas peligrosos mensajes, haciendo creer e incitando
a la gente a comportarse según un determinado patrón de conducta deseable ante
ciertas circunstancias y situaciones que en otro contexto serían tipificadas de
abuso laboral e indiferencia social. Básicamente lo que digo es que les lava el
cerebro como el mate cuando ya se tomaron dos termos sin haberlo rotado u
ensillado, queda asqueroso…
En el caso que expondremos se trata de una
composición que apunta a las raíces mismas del capitalismo, es cómo que si a
Adam Smith se le hubiese ocurrido realizar un himno para el modelo económico
que proponía, definitivamente esta hubiese sido su canción, refiriéndonos nada
más ni nada menos que a “Live and Let Die”, éxito de Wings del año 1973.
Por favor señorita, vaya a la diapositiva de la
primera estrofa… (Blanca haciendo un ademan con la mano derecha al tiempo que
se desprendia los botones de su ajustado saco terciopelo gris del diseñador
Jorge Marani).
“When you were young and your heart was an open book
You used to say live and let live you know you did
you know you did, you know you did”
You used to say live and let live you know you did
you know you did, you know you did”
“Cuándo
eras joven y tu corazón era un libro abierto, Solías decir vive y deja vivir,
sabes que sí, sabes que sí, sabes que sí”
Comencemos viendo cómo el perverso compositor se
dirige a los jóvenes, un público receptivo aunque incauto, desprevenido de los
mensajes que consume y celebra. Lo hace con cierto aire de reminiscencia y
evocación de un tiempo de inexperiencia, aunque hablando ya desde un lugar de
mayor sabiduría, lo cual resulta un sinsentido. La sabiduría es un proceso
personal que se va adquiriendo, no puede ser que únicamente se trate de la
reproducción de los mensajes digeridos por una generación a otra. La sociedad
es dinámica y así lo son las experiencias también, indicando esto un engaño
conceptual desde un inicio que pasa inadvertido…
“But if this ever changing world in which we live in
makes you give in and cry… Say
live and let die Live and Let Die”
“Pero
si este mundo cambiante en que vivimos te hace entregarte y llorar… Debes decir
vive y deja morir”
El compositor desliza la famosa carta del “dejar
vivir” para dar un vuelco rotundo (aunque no Nicolás, ese no podía girar sobre
su eje en menos de 30 segundos, Macca si), hacia el lugar de “dejar morir”.
Apunta a que no debe importarle a uno que alguien diferente aunque también “igual”
perezca. Cada cual sencillamente debe dejarlo pasar por alto como si nada,
luego de haber cedido al modo de vida impuesta por esta gigante sociedad que
profesa la indiferencia. La pregunta aquí es: con esta mentalidad, individualista
y a la vez colectiva… ¿Hacia dónde vamos?
Al T.: ¡Objeción
su señoría! (se pone en pie aunque serenamente, con la tranquilidad de quien
sabe excavara un terreno fértil, entonces comienza a apuntar extrañamente con
el dedo anular a Blanca). La fiscal está construyendo un caso en base a un
argumento sumamente falaz. Es impensable una sociedad concebida en base a la
preocupación y cooperación colectiva. Su exposición incluso se contradice con
dichos anteriores de la magistrada actuando de fiscal en los casos de Derechos Humanos
por desapariciones durante el “triste” (hacienda gesto de comillas, algo
sumamente en desuso para realizar citas) periodo de las dictaduras militares
que tuvieron lugar en nuestra (Se pone la mano en el pecho) ¡gran nación!
La hemos escuchado decir que se debe dejar atrás
el pasado y continuar hacia adelante sin seguir escarbando en las heridas de la
sociedad reclamando los restos de tales desaparecidos, pues sino se produce el
estancamiento por la oposición y rigidez que surgen del enfrentamiento de las
masas sociales las cuales ven divididas sus simpatías hacia uno u otro bando
imposibilitando la comunicación entre estas que haga progresar a la conjunto
social como un todo… ¿Acaso eso no es lo mismo que dejar morir?
Se levanta Paul…
Paul
McCartney: (En un pésimo español) ¿Cómo están a migo us?
¡Me gushta muchio estar aquí! (Como si fuera totalmente ajeno a la situación y
dando sus característicos discursos al público hispano)… En la escuela aprendí
poquito español… Decía así: “el sistema y la reina siem ple se emba ta tarran a
la gente, que sí, que no, que así los convenceré io”
-Se da vuelta, mira y recibe el aplauso efusivo
de los 200 testigos presentes en la sala que rompen en una ovación de pie sin
precedentes dentro de tal recinto jurídico.
Juez:
¡Orden por favor! ¡Orden! Bien mencionado el último punto abogado, pero a
lugar, prosiga por favor señorita Blanca.
Blanca:
¡Protesto! ¿Bien mencionado? ¡Qué clase de juego
perverso estamos jugando?
Ante estos dichos el juez, varios jurados y
presentes masculinos de la sala pensaron “El que vos quieras mamita”, aunque
sin materializar el comentario por lo inoportuno del caso.-
Respecto de lo que indica el abogado defensor,
éstos son dichos verídicos, aunque no por ello contradictorios. La muerte nos
llega a todos, pero cuando se trata de un hecho de violencia impuesto por un
ente superior, como el Estado en este caso, aunque siempre hay civiles en
control del estado y los medios de opresión, si es deseable juzgar a los
responsables de tales atrocidades. Ello no implica la no aceptación de la
muerte. La idea que se pretendía hacer entender en dicho caso, era que no se
debe estirar indefinidamente y dejar una causa abierta durante casi 30 años,
porque dichas heridas no cerrarán igualmente luego de tanto tiempo en las
personas afectadas. Llegan tiempos además en que ya no queda a quién juzgar, el
único rastro remanente es el enfrentamiento latente entre descendientes de víctimas y victimarios,
trasladando el conflicto y el estancamiento de generación en generación…
¿Podemos pretender avanzar como sociedad de esta forma sin apertura al diálogo
y a la consecución de objetivos comunes?
Esperando haya sido aclarado dicho punto, me
adentraré en el cierre del caso, dónde tras el magistral lavado de cerebro
realizado hasta aquí con la parafernalia que el músico añade a las
presentaciones en vivo incluyendo en su set pirotecnia y juegos lumínicos, es
que propone las siguiente estrofas…
“What does it matter to you When you got a job to do
You got to do it well You got to give the other fella hell”
You got to do it well You got to give the other fella hell”
“Qué es
lo que te pasa, cuando tienes un trabajo que hacer, debes hacerlo bien, debes
darle al otro el máximo”
Veamos… Sir Paul aquí se calza la campera del capitalismo y de la indulgencia por parte del trabajador, que llegando a verse abusado en su puesto laboral, no le debe de importar su condición, sino que debe dar lo mejor de sí sin importar en absoluto el contexto y su situación… La idea cierra y cuaja magistralmente, al pensar que será abandonado a morir por el resto de sus pares, ya que este ha sido el argumento injertado en su cabeza previamente. Arribamos como destino a una sociedad de personas desinteresadas y solas, que deben cumplir de la mejor manera posible con sus deberes y obligaciones, una visión un tanto Orwelliana de la realidad que parece ir cobrando cada día más fuerza y aceptación resignada. A esto es a lo que se opone el escueto aunque no menos importante núcleo de personas que hoy se apersonan aquí en nombre de la sociedad civil demandando al prestigioso músico, por encontrarlo cómplice y artífice de la reproducción de un ¡sistema social perverso! Concluyo así la exposición de las pruebas sobre la que se apoya la fiscalía.
Juez:
Abogado defensor, ¿desea añadir algo a su argumento en virtud de la última argumentación?
Al T:
Sí su Señoría, quiero decir que todo lo que acaba de decir mi colega son
estupideces y que el jurado sabrá muy bien optar y decidir dado son personas
capaces de formar sus opiniones, a diferencia de lo que parecería estar
creyendo ese iluminado colectivo de individuos que parecería identificar permeabilidad
en la formación de los sentires de las personas, y que mi representado, el
acusado, el honorable Sir Paul McCartney es inocente… Dicho esto concluyo mi
alegato.
Juez:
Bueno, entonces dejaremos al jurado irse a deliberar. Si alguno muere en el
interín no importa, será fácilmente reemplazable, así que vayan nomás que aquí
no ha pasado nada aparentemente… Delegado Fernández, por favor reproduzca la
presentación entera de la canción que nos reúne aquí hoy para poder obtener una
apreciación sensata de los puntos señalados hoy y que los jurados puedan
inocentemente formarse un mejor juicio para alcanzar un veredicto…
Estimados, procedan a la deliberación, se
levanta la sesión hasta nuevo aviso cuando se haya arribado a un dictamen para
este caso.
Salen el juez y los jurados de la sala…
sos un pésimo filósofo. tus ideas están cegadas por tu ideología.
ResponderEliminarMuchas gracias, siempre esta bueno que alguien se indigne, y gracias por perder el tiempo leyendo.
ResponderEliminar¿Hasta la próxima?