Maxi: ¿Alguna vez
le pareció sentir a las agujas del destino mientras hacían su trabajo? Como
entretejiendo una madeja de situaciones que a la postre llamaremos
“casualidades”…
El domingo había
llegado al atardecer acompañado de una suave brisa otoñal. El sol, allá a lo
lejos, miraba con atención, casi sin otra función que la de iluminar. El césped
imperfecto, intentaba cubrir sus baches de integridad con pinceladas de verde,
que a la distancia confundían. En una esquina la esfera más blanca que alguna
vez se haya visto por esos lados. Masoquista, esperaba una patada que la ponga
a trabajar. A unos pocos metros, dentro del cuadrilátero, veintiún guerreros
esperaban, ansiosos, disputar la última pelota del partido.
El Negro: Cerrá
el culo masi, o te comes un codazo en los dientes!!!
Maxi: Bueno. ¿Por
qué tanta violencia? ¿No se da cuenta que somos lo mismo? Por más que los
colores de nuestras remeras sean diferentes, nuestras sensaciones en este
momento nos unen. Yo se que usted quiere que esa pelota salga de la cancha tanto
como yo quiero que entre al arco.
EN: Lo único que
quiero es escupirte la bocha. Me tenés podrido con la poesía barata papá. Todo
el partido lo mismo. Agradece que en el Basañez no hay plata ni pa´ comprar agua
y tengo la boca hecha una pasta, sino ya tendrías la nuca pronta pa´ procrear Aedes
Aegiptis.
M: Será otra artimaña
del mismísimo destino, que con su envidiada determinación no deja nada librado
al azar. Ni siquiera un humilde salivazo a quien no lo merece
EN: Bua… seguís
con el blablabla. Esto es fubol papá. ¿Qué querés inventar? Acá se putea, se
pega, se transpira, se corre, nada más.
M: Admiro la
decisión que le impone a la personificación de su postura y debo admitir que le
sale muy natural. Camiseta toda desalineada, rodillas raspadas, cabello hacia
cualquier parte, transpiración abundante y mal aliento constante. Dibujan un típico
defensor aguerrido, acostumbrado a maltratar a sus rivales. Mis aplausos para
usted mi querido colega, por lograr tal fina caracterización.
EN: ¿Me querés
agarrar de pinta pendejo?
Plumffff!!!!!!
M: Uuuuu Eso es!!! Perfecto!!! Un buen codazo en la
boca como lo había anunciado era lo que faltaba para redondear una performance
digna de un premio de la academia. Aparte acompañado por la cantidad justa de
sangre. No tanta como para llamar la atención de alguno de los jueces, pero si
lo suficiente para generar una cicatriz que me hará recordar este momento un
largo tiempo. Comienzo a sentir que cada detalle está minuciosamente cuidado.
EN: Eso que sentís
son mi anular y mayor y si no bajas un cambio va todo el puño pa´adentro.
M: Nunca abandona
el personaje. Lo sostiene hasta la más extrema de las consecuencias. Estoy
absolutamente maravillado. Arbitro!!! Arbitro!!! Amonesteme por favor. No puedo
estar en igualdad de condiciones con este maestro de la expresión corporal. No
soy digno rival para su talante.
EN: Talarte!!!
Eso tendría que haber hecho en la dividida del primer tiempo. Mira que saliste
putito papá. Si sabia que te ibas a poner tan pesado te daba de trompa contra
el alambrado.
La huella de los
tapones hundiéndose en el piso, uno atrás del otro, hacen mil. La zurda se posa
firme, aguantando el cuerpo. La derecha se balancea, toma impulso e impacta
certera. Centro al área, cabezazo, gol.
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