jueves, 5 de abril de 2012

Otro Ladrillo en el Muro Parte II: De Playback y Otras Yerbas

Ya desde los primeros segundos del show, Waters se encarga de calmar la excitación generalizada con ambientes tenues. Un trompeteo delicado acompaña al teatro negro. El público, en su mayoría parado sobre su silla, comienza a avisar lo difícil que va a ser poder ver esto cómodo. De a poco van cediendo y entendiendo que va a ser tanto para mirar, como para escuchar. Hasta que el silbido sensual termina y explota “In The Flesh”. Son ese trío de minuto en los que cambiarias ambos meñiques por algún ojo mas. Todo es gigantesco, exuberante. El muro enorme, obra de pantalla de proyecciones. Las luces te absorben la vista cuando se juntan con las explosiones que vienen desde el escenario. El sonido 5.1 es la mejor calidad que vas a escuchar en tu vida, un home theater tamaño estadio, inigualable. Un avión te zumba la cabeza y se estrella contra los ladrillos. La banda suena compacta, no se mueven ni un centímetro de las notas tocadas en las añejas grabaciones de “The Wall”. La voz parece estar intacta, como si los años no hubieran pasado, o la mala vida no hubiera hecho estragos. Pero solo parece, porque el cantante esta haciendo playback. 



BARRÈ LOS DETALLES Y ESCONDELOS AHÍ, ATRÁS DEL MURO

Los mensajes están presentes por todos lados y como le sucede a cualquiera que elige pararse sobre un pedestal dogmático, se resbala, pisa mal y cae al agujero sin fondo que es la contradicción. Es por lo menos inquietante ver a alguien criticar a mentirosos, tan claro y tan fuerte y arengar por su derrocada, al mismo tiempo que le miente a 50.000 personas juntas, parándose en frente a un micrófono y moviendo la boca, pero sin decir nada. Aceptemos si, que le es funcional al espectáculo y que no es tarea fácil coordinar una banda sonando en vivo con una pista. Pero representa una daga en el pecho para cualquiera que se sepa admirador de la música de Pink Floyd, o de la música en si. Gilmour debe haber preguntado un par de veces cuando escucho el rumor. Roger Waters hace playback desde el comienzo de la gira “The Wall” y la razón es que su voz ya no le servia para cantar los temas del disco, que en su mayoría fueron escritos por el. No es solamente eso. Los videos reproducidos también son “falso vivo”. Mas de una vez te podes encontrar con el en el escenario sosteniendo el micrófono con la mano derecha y en la pantalla agarrándolo con la izquierda. Casi como una torpe coreografía.


El significado que intenta representar la obra sigue siendo fuerte por si mismo y adornado con un montón de chiches gigantescos y fuegos de artificios queda precioso. Lo seguiremos comprando con los dólares bien ganados, pagados por nuestros patrones. 

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